Biblioteca y Archivo de la UAM. Llenos de futuro.
Actualizado 18 de agosto de 2010

La justicia en el cine del oeste


Centauros del desierto de John Ford (1956)

John Wayne interpreta al soldado confederado Ethan Edwards. Poco después de haber terminado la Guerra de Secesión, regresa a casa de su hermano y de su cuñada. Una noche, mientras se encuentra investigando el robo del ganado de granjas cercanas, a las órdenes del Reverendo Samuel Johnston Clayton (papel interpretado por Ward Bond), los comanches asaltan el rancho de su hermano.

La figura del Reverendo, que en el film actúa también como Capitán de los Rangers, es la máxima autoridad de la zona, encargada de imponer el orden y de poner a los criminales al servicio de la justicia de los recién constituidos Estados Unidos. Sin embargo, aún falta mucho para que impere la ley en todos los ámbitos, muestra de ello se refleja en la trama: durante la ausencia del protagonista, su familia es asesinada y sus sobrinas secuestradas por los indios comanches. A raíz de lo cual, Etahn comienza su cruzada personal junto con Martin (Jeffrey Hunter), un mestizo que se ha criado con su hermano. Pronto se mostrará su feroz racismo, sobre todo contra los indios a los que persigue, pero también contra Martin e incluso, en algún momento, contra su propia sobrina quien, durante su secuestro, empieza a simpatizar con sus captores.

Para muchos, esta es una de las mejores películas de la historia del cine, sin embargo, a los que poco interesa el cine del oeste les puede parecer elevada tal definición.


Ganadora de cuatro Oscars, al mejor guión original y mejor fotografía, y mejor canción y banda sonora por la magnífica música compuesta por el director Burt Bacharach. También galardonada con un premio BAFTA a la mejor película.

Básada en la historia real de dos delincuentes de finales del siglo XIX, Harry Alonzo Longabaugh, conocido como Sundance Kid; y Robert LeRoy Parker, bajo el pseudónimo de Butch Cassidy. Primero como componentes de una banda y después como pareja de ladrones, se dedicaron a burlar la ley y sembrar el terror con sus inumerables actos delictivos en Estados Unidos, Argentina y Bolivia. La fama real de los protagonistas los muestra como sanguinarios y sin escrúpulos de ninguna clase, imagen que en la película se rebaja hasta tal punto que sentimos simpatía por Butch (Paul Newman) y Sundance (Robert Redford).

La justicia en "Dos hombres y un destino" brilla por su ausencia, pues ante la imposibilidad de las autoridades de dar captura a los delincuentes, son unos mercenarios los que tratan de asesinarlos. Esto será lo que motive su huida de Estados Unidos.

Lo más curioso del film es el hecho de que durante su carrera como forajidos, asaltadores de trenes, ladrones de bancos... la vida les sonriera, ahora bien, cuando se ponen del lado de la justicia y aceptan un oficio "decente" en Bolivia su suerte cambia drásticamente con fatales consecuencias.

Estas dos películas son sólo una muestra de un género cinematográfico muy popular en la década de los cincuenta y hoy prácticamente desaparecido. La Biblioteca de Derecho de la UAM cuenta con un catálogo por géneros de las películas de su colección en el que se pueden consultar, entre otros, las subdivisiones del Western.

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1 comentario:

Anónimo dijo...

http://epmesa.blogspot.com/2008/11/una-del-oeste.html

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