Después del éxito de esta película, su director, Rossen sería llamado en 1951 al Comité de Actividades Antiamericanas para testificar, en lo que se llamó la "Caza de Brujas". En esa primera intervención, no dio ningún nombre sobre posibles compañeros del Partido Comunista. Pero después del boicot al que fue sometido en todos los estudios, volvió a aparecer ante el comité en 1953 para dar el nombre de varios personajes de la industria cinematográfica de pasado comunista.
Inspirada en la novela All the king’s men de Robert Penn Warren (basada en un hecho real) Robert Rossen compone un film en estrecha relación no sólo ya con uno de los peores momentos de la historia del cine norteamericano (el macarthismo) , sino con el panorama político actual: es testimonio de la transformación de un hombre honrado en un político corrompido por el poder. Difícil de encontrarla en pantalla grande, es un lujo que invita a reflexionar.
Sorprende que una película de 1949, filmada en Estados Unidos, pueda tener similitudes tan enormes con los escándalos de corrupción destapados en 2009, de nuestro propio país. Es por ello que los temas que proponemos van en el sentido de la corrupción política (Derecho Penal) y todo lo que rodea a la Política Electoral y, al fin y al cabo, al Sistema Político en el que nos encontramos: la democracia.
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